domingo, 30 de diciembre de 2012

Queridos amigos, hoy os quiero dejar mis mejores deseos para el año 2013:

 Que el mejor espíritu de ilusión ante las cosas buenas de la vida, por muy menudas que sean, anide en vuestra mente y en vuestro corazón. Ya que lo que pensamos también forma parte de nuestra realidad.



Que esas ilusiones optimistas sobrevuelen vuestar vida con poderosas alas, para elevaros y no dejaros caer en la tristeza, sea cual sea el terreno por el que tengáis  que transitar.

 Que en vuestra mente dancen las buenas ideas, 
en  vuestro corazón dance la alegría,
 en vuestra boca dance la sonrisa
 y en vuestra lengua las buenas palabras,
 que alegran tanto al que las recibe como al que las prodiga, que son  fuego en que  caldear el alma, 
candela ofrecida en la oscura noche,
 pan y sal que reaniman 
y aguaque vivifica para el sediento.

¡QUE EL AÑO PRÓXIMO SEA PARA TODOS VOSOTROS UN AÑO LUMINOSO!

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Si paso a paso se apaga el sol...



si paso a paso se apaga el sol de este año, esperemos que se apaguen también los fuegos que el dolor y la injusticia ha encendido en tantos agraviados, a los que no podemos olvidar en estos días en que parece que hay que estar contento contra viento y marea.

Si paso a paso avanzan hacia su ocaso los días de este año de venturas, pero también de desventuras, esperemos que el  amanecer del próximo  nos deparen alguna perspectiva de mejora.

Siempre pensé que es imposible ser feliz si no se cuenta con una buena dosis de egoísmo, un egoísmo que permita ver sufrir al prójimo sin sentirse afectado por su sufrimiento. 

Sin embargo, hagamos lo posible por no añadir más leña de sufrimiento al fuego del que sufre, y brindemos una palabra de ánimo o lo que podamos aportar en apoyo del desconsolado.

Con mis mejores deseos para todos los que lean estas líneas,  feliz fin de año y feliz año nuevo.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Una estampa de Navidad



Con este retazo de un capítulo de mi novela "AURA" os deseo unas Navidades llenas de paz interior. Que la tranquilidad plante cara a los nervios, que están siempre a flor de piel, que la armonía familiar sea superior a cualquier tipo de enfrentamiento, que leais buenos libros y comáis buen turrón, y que afronteis el año nuevo (después de comprobar que el mundo no se ha acabado este 21 de diciembre) con todo el HUMOR y el AMOR de que seais capaces.




57.-NAVIDAD EN ZAFRANERA. UN BELÉN MANCHEGO. 1958.


El cielo presentaba en la fría mañana de Diciembre un color de algodón sucio, preludio de lo que no tardó en producirse. Primero menudos, como cabezas de alfiler, y luego gruesos como peladillas, los copos de nieve caían leves y silenciosos como gélidos pétalos de invierno.
Sobre el suelo de las calles se posaba la nevada como una alfombra de pureza cegadora y en los portales de las casas unos montoncitos blancos se acumulaban como buscando el abrigo de la piedra.
La casa señorial de los Soto aparecía aún más imponente, cubiertas sus tejas por el manto níveo, y las gárgolas coronadas también de blanco abrían sus fauces amenazadoras que manaban agua nieve.
El enorme portón de dos hojas estaba abierto de par en par, no para que entrara por él un carruaje, sino como invitación a los vecinos del pueblo y a la chiquillería. Unos y otros en esos días, con motivo de la Navidad, tenían franca la entrada a tan imponente y cuidado patio.
Allí, en el antiguo recinto de carruajes, protegido por la ancha galería sostenida por columnas, estaba instalado el monumental belén de artesanía integrado por más de doscientas figuras de regular tamaño, propiedad de la familia Soto, colocado sobre tablas que descansaban en fuertes caballetes de madera cubiertos por telas antiguas de tono verdoso.
Las propias manos de Aura Soto distribuían cada Navidad las figurillas por el ingenuo escenario, situando con especial cuidado las del Misterio del Nacimiento. Pero no solamente eran sus manos sino su inteligencia y su buen gusto los que actuaban consiguiendo el armonioso conjunto.
Gozaba Aura con el pasmo de los niños pequeños ante los mil detalles de aquella obra de arte. Nada era dejado al azar. Allá un montoncito de leña de vid, más allá unas ramita figurando un bosquecillo-oasis donde reposaban los camellos de la caravana de los Magos. Las estrellas de cristal de Venecia, con más de un siglo de antigüedad, colgaban de hilos de sedal invisibles sobre el portal…
Todo, todo estaba medido para convocar las miradas hacia la Madre, el Niño y el Patriarca José.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Un óleo con amapolas

Hace muchos años pinté este lienzo que representa un jarrón con amapolas y margaritas silvestres.

También compuse unas coplillas sobre las amapolas y las flores del campo. Ahí van:

    Las hermosas amapolas
      son flores de un solo día,
ojalá duraran siempre
  como soles de alegría.

    Entre hierbas la amapola
nos regala su armonía,
   su roja sonrisa hermosa
    como una luz de alegría.

         La bondad cuando es humilde
como una flor campesina
es más  pura y agradable,
      puesto que en poco se estima.
Y, si el orgullo engreído
se quiere medir con ella,
siempre quedará vencido 
 en su pérfida querella.


lunes, 10 de diciembre de 2012

Contra el pesimismo



Contra el pesimismo que nos acecha, dadas las circunstancias adversas que nos rodean, se me ocurren algunas frases para combatir el desánimo:
 
Cada día, a pesar de todo, tiene su pequeño paraíso. Piénsalo, seguro que hay algo bueno que has encontrado a pesar de los pesares.

Mira la hermosura de estos árboles que he fotografiado; estas maravillas existen en el mundo, en tu mundo. 

Procura no hundirte; quizás eres la tabla de salvación a la que alguien espera agarrarse para que su ánimo no se vaya a pique.








sábado, 1 de diciembre de 2012

Me despido





Queridos amigos, con esta entrada me despido por unos días. Me voy de viaje y espero aprovechar para descansar y también para localizar escenarios de acción que me sirvan para mis novelas.

Os dejo unos textos de uno de los capítulos de AURA. La novela que está en proceso de reedición.

Hasta la vuelta:


******


(...)

La noche anterior había llovido algo, no mucho, lo suficiente para que la tierra exhalara vahos de creación estrenada, para que la hierba brillara enjoyada con diminutas gotas de agua, para que las flores de la primavera lucieran sus colores más frescos, el lujo de los lirios del valle, que dice el Evangelio, superior a la pompa de Salomón y sus mantos reales.

(...)



    Las había de muchas clases: las palomas zuritas, con su gran envergadura y su plumaje ceniciento azulado con reflejos metálicos verdes en el cuello y morados en el pecho, las palomas torcaces, más grandes, palomas buchonas, palomas silvestres y palomas reales, la mayor de todas las variedades.

    El Sinforoso, el Sinfo, cambió la cara que adquirió una expresión de ternura. Comenzó a emitir sonidos imitando el zureo con que las palomas arrullan y empezó a susurrar palabras tiernas a sus protegidas:

    -“Zuritas, hermosas, zuras, zuritas… ruuu, ruuu, zuras, zuritas bonitas, guapetas…, ruuu, ruuu…”

    Las aves acudían a él esperando el grano con que las alimentaba o el regalo de una caricia. Movían sus cuellos con alegre viveza, se le posaban en brazos, hombros y cabeza, mientras él no cesaba de reír.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Pensamiento



Incluso la belleza efímera es capaz de dejar una huella en quie la ha conocido.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Mejor tomárselo a risa

Vamos a ver, pequeños: ¿Quién de vosotros me ha echado mal de ojo? 
Porque digo yo que alguno ha tenido que ser, si no no me explico el cúmulo de desdichas que me están lloviendo, que parece que me caen chuzos de punta ¡Jajajaja!
Enumero:
*Se nos llena el salón de la casa de la playa de humedades, que están las paredes como el tizón de negras jajaja, y ni los técnicos del seguro saben de qué puede ser. Hay que esperar a ver qué pasa.
*El frigorífico deja de enfriar, de repente, ayer, que según creo era el "VIERNES NEGRO" jajaja, pues negro sí que fue, os lo aseguro.
*La energía solar, que tenemos para el agua, ayer empezó a sacarla tibia solamente (¡Qué ducha me di, amigos! ) jajajaja
**** No digo más, que luego todo se sabe.
¿Quién ha sido? ¿Quién ha sido? ¡Que me lo como! Jajajaja
Otra desdicha:
*Con la novela AURA, me vinieron escrúpulos textuales jajaja, quiero decir que no sé si necesitaré cotejarla con la ya publicada, puesto que las correcciones se hacen sobre el papel, no sobre el archivo digital, y tal vez..¡Ay, que ni me atrevo a comenzar el cotejo!
Estoy que me rulo de risa, no os miento. Pero sigo preguntándome quién es el bellaco que me ha echado la maldición.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Un cuadro de una gran amiga nuestra

Sigo enfrascada en la revisión de mi novela AURA  en el mismo pueblo en que vive nuestra gran amiga Concha Sánchez Lorente. Y he tenido la frescura de tirar de uno de sus cuadros para ilustrar esta entrada. A Conchita le encantan las flores, su patio es un vergel ¿se nota, verdad?
A mí me encantan sus cuadros, de temática variadísima, con el mar, las personas, los edificios, los personajes de cuento o de cine...
Si viérais su casa os asombraría; es un museo nutridísimo de cuadros. Da para pasarse un día de visita, porque es casa grande y tapizada de obras de arte.

Me he tomado estos momentos de relax, antes de enfrascarme otra vez en lo mío.

Esta mañana me he levantado temprano, entre dos luces, y me he sumergido en los pasajes de AURA  con tal concentración que me ha pasado eso que me pasa de vez en cuando: he salido de "mi" realidad y, de regreso,  me he encontardo perdida en ella, puesto que me había  trasladado a "otra", que se desarrolla en otro lugar y en otros años. Os aseguro que es una experiencia extraña, algo así como viajar en el tiempo y en el espacio y aterrizar de vuelta en un sitio y una realidad que son  los mismos  de dónde saliste mentalmente, pero que ahora te cuesta reconocer.
Estoy desubicada, despistada, rara...por eso me he agarrado al brazo de Conchita a través de uno de sus cuadros más alegres; para poder tomar conciencia de que estoy aquí, en el Puerto de Mazarrón, en 2012, y no en Zafranera de la Mancha en 1958.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Este es el sitio

Este es el sitio al que voy a retirarme unos días para concentrarme en corregir las última (creo que serán las últimas) pruebas de imprenta de mi novela AURA, en proceso de reedición, como os he dicho alguna vez.
La nueva edición amplía el texto e incluirá los dibujos con que suelo ilustrar, para mí, todas mis novelas. 
Estamos a vueltas con la portada, un problema que resolver. 

Entraré a los blogs pero con la rapidez del viento. He de estar en esta labor, que resulta siempre pesada.

Para animar esta entrada, os pongo unos fragmentos  sueltos de AURA:

    Durante días, que le parecieron un calvario, navegaron de España a las Islas Filipinas, haciendo escalas, a veces para cargar carbón y vituallas frescas,  en Port-Said, Suez, Aden, Punta de Gales y Singapur. En esas escalas él había encontrado alivio a su tormento echando pie a tierra y descansando de las permanentes nauseas y las horribles arcadas que le tenían estragada la garganta y maltrecho el cuerpo entero.
*******

Si era invierno, en vacaciones de Navidad, asaba castañas en el hogar de la amplia cocina, oyendo la charla de las sirvientas e incluso de los gañanes de la casa que se acercaban al amor de la lumbre a comerse un plato bien lleno de gazpacho manchego con una cuchara de palo que se hundía con glotonería en el humeante guiso de torta y caza variada. Sentados en los serijos de esparto se comportaban con la llaneza que parecía innata en aquellos que se crían en los llanos de La Mancha.
    Si era verano, el placer era la siesta en frescas sábanas de algodón bien planchadas en su bien aireado dormitorio, escuchando el canto de las chicharras y dejándose mecer por el rumor del viento entre los pinos y los eucaliptos, que expandían sus balsámicos perfumes campestres serenando su alma.
    No quería nada más. Tal vez un hombre. Un hombre con unos ojos que supieran encontrarse con los suyos. Y en el pueblo, lástima, no había ningún hombre así.
*****

La labor de retirar los estambres de la rosa de azafrán (“la rosa” decían allí simplemente y todo el mundo sabía a qué flor se referían) podía parecer simple, una acción  mecánica, monótona, y así era. Sin embargo, precisamente en su monotonía residía su dificultad. Cuando se pasaba más de dos horas seguidas en la paciente tarea de extraer los finos hilillos sin romperlos, con delicadeza, los dedos comenzaban a entumecerse, parecía que costaba dirigirlos, se acalambraban y se deseaba hacer con ellos cualquier otro ejercicio. Por ejemplo tocar la guitarra. O, mejor aún, tocar el piano, como la señorita Aura. Eso al menos fue lo que rezongó Emilia, la de los Rajaos.

Sin embargo, este cansancio, que desde los dedos subía por el brazo y enervaba todo el cuerpo, no se advertía a simple vista. Las muchachas, reunidas en su tarea, semejaban un grupo de sirenas rodeado de un mar azulado de pétalos fragantes. La juventud que poseían las hacía hermosas, lozanas. La alegría de las que esperan un no sé qué del futuro, que aún se presentaba halagüeño, pleno de misterios por descubrir. El plato de lentejas de la vida humana, tan apetitoso para el hambre nueva como las lentejas que Esaú pidió a Jacob, el vaso de agua fresca para la sed no saciada.
    A veces, cuando el plato de lentejas está a medio consumir, descubre uno que el guiso no estaba tan bien condimentado y que ha pagado un precio exorbitante por un condumio de aspecto gris, que sólo el hambre nos hizo apetecer con desmesura.
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    El espejo le devolvió una imagen de extraordinaria majestuosidad.
    A Aura le gustaba contemplarse despacio en el espejo de luna de su armario, a solas, en su dormitorio de soltera. Eran momentos de vanidad íntima, que no hubiera reconocido ante nadie, ni ante su propia madre.
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 Desde jovencita, en realidad desde que volvió del internado madrileño, llevaba la vida de lo que podríamos llamar una beata, fuertemente agregada a las celebraciones litúrgicas. Asidua a la iglesia, a nadie podía extrañar que acudiera ahora diariamente a la misa del párroco, ya que se trataba de misas cantadas que él sabía hacer muy atractivas, gracias a sus conocimientos musicales y su potente voz. Siendo Aura, como era, una pianista más que mediana, tampoco podía chocar a nadie que escuchara al párroco con embeleso.
    Todavía ninguna comadre, ninguna beata del pueblo le había echado sal y pimienta a la situación. Por otra parte, la cosa aún no pasaba de miradas entre uno y otra. Pero las miradas ponen a veces el alma en los ojos. Se puede ser dichoso con la vista. Esto bien que lo sabía Aura Soto. Eso era también meridianamente claro para Rodrigo, el padre Humanes.


lunes, 12 de noviembre de 2012

Y a pesar de todo...

Y a pesar de todo, de las noticias nefastas y el entorno angustioso, hay cosas bellas en la vida.
La Naturaleza, en la poderosa fuerza que nos acoge, que a veces muestra su poderío desatado dando al ser humanos una terrible lección de humildad- como si fuese ella una antigua maestra que cree que la letra con sangre entra-, pero en  otras  ocasiones nos muestra serenamente  sus maravillas incomparables.
Y también, afortunadamente, hay personas buenas -en medio de tanto rastrero oportunismo y tanta crueldad que vemos-, personas que nos hacen persistir en la confianza en el ser humano, que a veces se nos tambalea.
Os confieso que yo tengo una lista de las personas buenas que me he ido encontrando a lo largo de los años, un registro que nunca olvido de los que me han confortado con una palabra de aliento, con un rasgo de optimismo, de humor, de estoicismo, de filosofía...cada uno según su forma de ser. Y de esa lista tengo que echar mano en los momentos en que tengo la tentación de pansar que todo está perdido.
Y sobre todo, hay amigos, esas joyas humanas que valen más que el oro, porque -no recuerdo quién lo dijo- en esta vida están los amigos, el resto es selva.

martes, 6 de noviembre de 2012

Árido es el paisaje


Árido es el panorama que nos está tocando vivir.
Hay quienes sostienen que uno se busca las cosas que luego le caen encima, que somos responsables de todo cuanto nos sucede en la vida. No puedo estar de acuerdo con eso, que sí puede que sea cierto en algunos casos puntuales, pero que no tiene nada de cierto si miramos alrededor y vemos la cuota de sufrimiento que se ven obligados a soportar personas de todas las edades. No sé si alguien mantendría esa idea de "Nos merecemos lo que nos pasa" ante una criatura enferma de gravedad, ante un niño que pasa hambre o frío, ante un padre de familia que ha sido despedido de su trabajo, sin buscárselo, claro, y de repente se ve con todos los suyos abocado a vivir en la calle y a depender de la caridad para comer algo.
No hay justicia en este mundo.
La desvergüenza con la que ciertos vividores nos escarnecen mientras banquetean riéndose de la crisis- entre otras cosas porque les favorece a ellos- me pone muy triste.
Y los políticos...mienten más que hablan. Qué manera de defraudar las esperanzas de los ciudadanos...
Hay quien preconiza la alegría como la panacea que todo lo cura. ¡Palabras! Dile que esté contento a uno que no ha comido en todo el día y no sabe en qué portal se va a acurrucar para dormir a la interperie.
Esto se les ha ido de las manos a los que mandan. Que les aproveche el menú de lujo, pagado por los contribuyentes, que degustan mientras discuten del sexo de los ángeles y de amnistías fiscales para sus elegidos.

martes, 30 de octubre de 2012

Nudo de acción

Tal que así es el nudo de acción en que estoy inmersa hoy.
En una novela los nudos de acción son innumerables. Es como tejer un encaje de bolillos. Los hilos se entrecruzan, aparecen bajo el entramado general y resurgen cuando nadie lo espera, dando un nuevo sesgo a la historia.
Lo más bonito del trabajo del escritor, al menos de mi trabajo como escritora, es que ni yo misma sé en qué va a acabar el camino  que emprende cada uno de mis personajes, qué dificultades va a irse encontrando, cómo las irá resolviendo...
Hoy estoy anudando con mucha paciencia la peripecia personal de uno de los personajes de mi novela actual, un malvado cuya bellaquería clama justo castigo...pero en modo alguno olvido que se trata de un ser humano...En ello estoy. 
He parado porque de pronto me he sentido agotada y dolorida (me suele pasar cuando me concentro mentalmente durante horas y escribo, y escribo, y escribo).
No sé qué le va a pasar a esa mala persona... Eso es lo verdaderamente fascinante: que tengo que ir descubriéndolo línea a línea, y que me va a resultar sorprendente a mí misma. Los personajes tienen su vida. Os lo aseguro.

sábado, 27 de octubre de 2012

Cuentos para una sonrisa






Este verano, a través de Antonia Cerrato, me llegó la propuesta que  Enrique Sánchez Sotelo hacía a los autores voluntarios de escribir un cuento para ayudar a un niño con parálisis cerebral cuyo nombre es Alex.
naturalmente, me pareció una iniciativa loable a la que quise inmediatamente contribuir en la medida de mis posibilidades, pues ya sabéis que soy novelista y no autora de literatura infantil.
Pero lo que quiero anunciaros es que el libro, de Ediciones Cardeñoso, que se titula "Cuentos para una sonrisa", ya está a la venta (10€ más 1 de gastos de envío) y todos podéis adquirirlo para contribuir a esa hermosa causa.
En el libro hay dos autoras que conozco personalmente: Antonia Cerrato Martín Romo y Rosario Ruiz de Almodóvar Rivera. Es para mí un placer compartir espacio con ellas. 
El libro lleva unas ilustraciones encantadoras, la letra es grande y la edición cuidadísima.
Gracias a Enrique Sánchez Sotelo, alma del proyecto, con quien podéis poneros en contacto en esta dirección:

enriquesanchezsotelo@yahoo.es

¡Ah! Y si podéis porque vivais cerca de allí, la presentación será el viernes 2 de noviembre en el café Detras do Marco, rúa Londres s/n, Vigo, a las 21:00


domingo, 21 de octubre de 2012

La luna y el mar en una piedra



Érase una vez...(que es como empiezan los cuentos que son cuentos de verdad), una piedra que tenía la ilusión de ser un talisman. Porque eso de que las piedras no sienten, ni tienen ilusiones es puro camelo, vamos, mala fama que les han echado unos cuantos, nada más que eso.
Así es que  la piedra de nuestra historia se hizo la encontradiza para que reparara en ella una persona con imaginación, que es lo que ella necesitaba, porque nada más que una persona imaginativa sabría descubrir en ella las posibilidades mágicas que estaba segura de que tenía.
 Hacerse  la encontradiza a una persona así le fue fácil, facilísimo en realidad, porque a aquel paraje golpeado por las olas del mar era frecuentado por poetas, pintores y soñadores en general.
Lo demás fue sencillo, tal como la piedra había soñado: Las manos de ella -porque la encontró una mujer-, la decoraron con mimo y plasmaron sobre su tersa superficie un mar con olas de  crestadas espumas blancas, una luna llena que rielaba sobre el agua y algunas estrellas (para hacer compañía a la luna, más que nada).
Sé de buena tinta que la piedra es feliz; porque como regalo, también ha funcionado, incluso ha conseguido viajar a Extremadura, ahí es nada.

(Dedicado a Francisca Quintana)

lunes, 15 de octubre de 2012

MIL VIDAS


Quien se compromete con la Literatura se hace dueño de mil vidas. Esta frase mía resume mi forma de pensar acerca de este tema.

Mil vidas vividas en mil época y circunstancias...
¡Me río de los gatos y sus siete vidas!

domingo, 7 de octubre de 2012

Premio de Narración Breve en Motril


Aquí estoy, como os prometí, subo una foto que pertenece al momento de recibir el premio este viernes pasado en Motril (Granada). En las manos sostengo el diploma enmarcado y llevo también un regalo que es una botella de ron pálido Montero, pues el tema del relato incidía en el cultivo de la caña de azúcar y la elaboración del ron.


Y el sábado...una excursión a Sierra Nevada.


Y un paseo por Granada.



Y para vosotros, un pequeño fragmento de mi relato premiado, que se titula "Azúcar y ron"



Fátima sabía leer. No era cosa común entre las muchachas de su raza, pero ella había aprendido pues era hija de un hombre sabio, sin una madre que la educara al modo en que se educa a las doncellas musulmanas, puesto que su madre había dejado este mundo siendo ella una tierna criatura, y sin hermanos varones que le disputaran el afecto preferente de su padre, el botánico Abdul-Salam. De él había aprendido cuanto sabía, y había heredado la pasión por la agricultura.
Por eso, porque su padre era un sabio en la materia, que había acumulado tratados de agronomía, y por su propia inclinación, Fátima había leído a Abú Omar Aben Hajaj, famoso por su tratado “Al-mokna” o La Suficiente, y a Háj Granadino, cuyos consejos acerca del cultivo de la caña de azúcar estaba repasando en estos momentos, con la complacencia de su padre.
-Padre, dice el Granadino que las cañas entran en sazón hacia el mes de enero, que se cortan en pequeños trozos y se prensa en lagares, como se hace con la uva.
-Cierto, hija mía. Las cañas están repletas de un néctar delicioso que así se obtiene. Prensadas, sueltan su zumo, pero ese zumo hay que trabajarlo, poniéndolo a hervir hasta que se clarifica, y volviéndolo a hervir hasta que queda reducido a una cuarta parte. Luego se pone a cuajar en recipientes de barro, a la sombra. Y de ahí sale el azúcar, que hay que orear bien.
La muchacha escuchaba las explicaciones de su padre con toda su atención pendiente de sus palabras. Abdul- Salam poseía tierras de cultivo en que crecía la caña de azúcar que luego él mismo y sus monderos cortaban en cada zafra o cosecha para extraer aquel tesoro dulce que las cañas contenían.  Fátima deseaba desde hacía tiempo pedir a su padre que la dejara participar,  si no en las labores de recolección, en las otras posteriores, pero hasta aquel día no se había atrevido. Pese a que su padre la trataba  casi con la misma deferencia que si hubiera nacido varón, no confiaba en que le permitiera acompañarlo.





miércoles, 3 de octubre de 2012

Mientras el mar ruge


Mientras el mar ruge, rugen también las multitudes agobiadas y hasta desesperadas. 
En el ambiente que respiramos hay agresividad, al menor roce saltan chispas. Hoy mismo he presenciado un fuerte altercado por un motivo insignificante: un conductor ha salido del aparcamiento  sin esperar a que pasara un vehículo y el conductor ha tenido que frenar. Han bajado los dos de los coches hechos verdaderos endríagos y a punto han estado de llegar a las manos ante la estupefacción de los transeuntes que en ese momento pasábamos por allí, y que no hemos podido por menos que comentar la agresividad con que los dos conductores se han insultado. 
Esperemos que se enfríen los ánimos...o que no tengamos tantos motivos como tenemos para estar como estamos.
¡Calma, calma, calma!

**********

Y una noticia, en otro orden de cosas:

Ha sido premiado por el Ayuntamiento de Motril (Granada)  mi relato "Azúcar y ron".
Recogeré el premio este viernes día 5 en el Teatro Calderón de esa localidad, a las 8 de la tarde.

Este año llevo ganados cuatro premios literarios...¡Que siga la racha!


martes, 25 de septiembre de 2012

¿Quién soy?


"¿Quién soy?"
Esa es la pregunta que parece formular el graciosillo que le tapa los ojos al muchacho que a su vez intenta reconocer al bromista mediante el tacto, pues seguramente el que le ha puesto las palmas sobre los párpados ha hablado con voz fingida.
Una escena cotidiana, de carácter burlesco, tomada de un capitel historiado en un claustro de los muchos que abundan en nuestro país. Una maravilla de gracia y mimo por la labor de talla, vestigio de un tiempo antiguo en que no había prisa por terminar la labor y primaba la aportación personal del cantero, del tallista, del imaginero.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Claridad


El agua del mar, transparente, clarísima, ahora que las playas van quedándose semivacías, es metáfora de nuestro deseo: limpieza, honestidad en todos los aspectos de la vida. Porque, desgraciadamente, no abunda en nuestra sociedad; en realidad, no ha abundado en ninguna de las épocas por las que ha transitado el ser humano. Parece como si en "la masa de la sangre" de un gran porcentaje de seres humanos estuviera el dolo, el engaño, el despiadado egoísmo que pisa cabezas con tal de escalar la resbaladiza pirámide del poder y el dinero.
Pero eso no empece para que la limpieza en las intenciones- y por supuesto en las acciones-, sea el profundo anhelo de muchas personas, entre las que me cuento.
Sin el engaño, la trampa, la ambición desmedida y sin escrúpulos, todo sería mejor.


lunes, 10 de septiembre de 2012

Costas de Cabo de Gata


Cuando hace ya un mes estuvimos en Cabo de Gata visitando a Rosario Ruiz de Almodóvar, su marido y ella nos llevaron a visitar el faro y el impresionante Arrecife de las Sirenas, que se otea desde lo alto del promontorio y deja sin aliento por su belleza de origen volcánico compuesta por afiladas rocas, unas que emergen, cortantes y altivas, y otras sumergidas que se adivinan bajo la claridad de unas aguas de transparencia turquesa.
Ante este hermoso panorama de naturaleza agreste de la costa almeriense, dije que escribiría un relato que titularía con el nombre del arrecife. Y bien, debo decir que no me he apresurado, pero más vale tarde que nunca: está hecho.
Promesa cumplida.
No es cosa de publicarlo aquí, pero sí es cosa de agradecer a Rosario y a su marido el habernos mostrado tal maravilla costera.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

DOS FOTOS DEL PUERTO DE MAZARRÓN



Hoy os traigo dos fotos del Puerto de Mazarrón, la primera es una panorámica desde la cafetería El Faro, la hizo una amiga mía con su cámara ¿a que es buena?



Esta segunda la hizo Javier con nuestra cámara, y tiene un especial significado, porque aparece más grande que en la primera la goleta Karyam, escenario de algunos capítulos de dos de mis novelas.


jueves, 30 de agosto de 2012

Un poema para Haití




De la Antología Solidaria "Artistan con Haití" , que edita MIGAS (Miscelánea Integrada por Grupos Artísticos y Sociales) , coordinado por Antonia Cerrato Martín- Romo y con la colaboración del Ayuntamiento de Badajoz y del Gran Café Victoria, el poema con el que participo, titulado "Un poema para Haití".

UN POEMA PARA HAITÍ


Hoy he recordado el gorrión, herido de muerte por el frío
que rescaté hace años de una acera.
Estaba allí, caído, moribundo, el pobre pajarillo, allí, tan cerca.
Pugné por conservar su humilde vida, que débil se apagaba...
pero no lo logré
¡Señor, qué pena!
¡Qué sentimiento de dolor
tan grande
ante esa muerte de ave tan pequeña!
Y sin embargo...
miles de pájaros fenecen cada día.
Pero yo presencie esa muerte ¡esa!
Hoy pienso en esos niños, que son miles,
incontables también, como las penas,
-terremoto, dolor y desamparo en Haití, en su ruina y su tragedia-,
que se mueren de hambre, olvidados,
comidos por las moscas, la miseria
y el helado corazón de tanto humano...
¿Humano? ¿Humanos somos?
¡Dios, qué pena!

Rosa Cáceres

domingo, 26 de agosto de 2012

El Torreón de La Azohía

Hoy os traigo la imagen del torreón vigía de La Azohía. Servía, como otros que se encuentran esparcidos por la costa mediterránea, para avisar de la aproximación de naves berberiscas, pues las incursiones norteafricanas eran muy frecuentes.
La Azohía, ya en término municipal de Cartagena, se encuentra a continuación de las playas mazarroneras, que también cuentan con vaios torreones vigía, entre los que destaca la Torre de los Caballos en Bolnuevo.

Yo me he bañado en todas estas playas, y os aseguro que en las aguas limpísimas del Mediterráneo azul y verde, se encuantran sabrosa sal, yodo y otros elementos, y también la Historia.
El mar invita a soñar y a viajar con la mente a otras épocas, porque el mar está y estuvo, el mar a nuestros ojos es eterno.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Metáforas e imágenes


La Naturaleza nos ofrece imágenes que se prestan a meditar sobre ellas. Es fácil hallar metáforas conectadas con las personas; existen personas dotadas de personalidades resistentes como rocas, que aun siendo golpeadas por las olas -leáse contrariedades y penas de la vida-, se mantienen fuertes e inalterables, y las hay con personalidad tan frágil que se disgregan y se convierten en arena ante esas mismas tesituras.
Dichosas las personalidades roqueña (no ante la desdicha ajena sino contra las dificultades propias) inalterables ante la desdicha, capaces de hacerle frente a la vida, y dignas de lástima las que no las resisten, pues nada es tan seguro en esta vida como el que vamos a ser baqueteados por las olas, que son los avatares adversos.
Procuremos mantenernos fuertes y, si cabe, servir de resguardo y refugio para quién se siente débil, y espermos que los temporales amainen y las olas se conviertan en caricias recurrentes, metáforas de la paz interior que es la mayor fuente de alegría.

jueves, 16 de agosto de 2012




Como dije que haría, aquí os muestro unas imágenes de la recogida del Premio Literario en Cañete de las Torres (Córdoba).
En esta foto le muestro el diploma a Javier....Y ahora a todos vosotros.
Al fondo, el escenario en que actuaba un grupo cubano muy agradable. El ambiente era de verbena. Los premios se entregaron en un interludio: dos de narrativa (yo tenía el 1º), dos de poesía, dos de diseño de carteles y de fotos.





Con el Concejal de Cultura y el Alcalde.



Al día siguiente fuimos a Córdoba, ciudad que nos encanta y queríamos visitar de nuevo.
En la Mezquita había unas dependencias con puertas de cristales. Lo que se ve son apenas sombras, pero yo sé que somos Javier y yo; usamos mucho este truco para fotografiarnos juntos.



Uno de nuestros lugares predilectos en Córdoba es el puenbte romano sobre el espectacular río Guadalquivir y la torre de la Calahorra. A la sombra, junto al pretil, soplaba una brisa refrescante inesperadamente placentera. Conservaré en la memoria el ratito que pasamos allí, mirando el bullicioso transcurso del agua y las evoluciones de los patos bajo el puente.

domingo, 12 de agosto de 2012

OTRO PREMIO


Me voy a tierras cordobesas.
Me han dado el primer premio de relato del Ayuntamiento de Cañete de las Torres.
Lo recojo el día 14, a las 10:30 de la noche en una verbena que celebran en la plaza del Ayuntamiento.
Naturalmente, os lo contaré todo.
Naturalmente, ya os contaré cómo me ha ido.

Ahora me voy a disfrutar este domingo y mañana lunes en las playas de Mazarrón, desde allí está más cerca Córdoba que desde Orihuela.

Y para poner algo gracioso, improviso una coplilla:

¡Ay, los calores que hacen!
Se me queman las ideas,
y las manos y la espalda
y también tó lo que queda.

viernes, 10 de agosto de 2012

Un fragmento de "La esposa del héroe"



Hoy os quiero mostrar el fragmento del relato que ganó el Primer Premio de Novela Corta Histórica Álvaro de Luna.
Se titula "La esposa del héroe", y yo leí solamente la parte final.

Otra cosa: esta tarde a las 8 y hasta las 10, estaré firmando en la Feria del Libro de Santa Pola, junto al Ayuntamiento y la playa de Levante.
¡Deseadme suerte!




Y ahora...el fragmento prometido de "La esposa del héroe":

(La que habla en primera persona es doña María Alfonso Coronel, esposa de Guzmán el Bueno)

Este año de 1295 no se borrará jamás de mi alma, lo llevo escrito mil veces en estos negros atavíos que visto, como si la tinta negra con que está escrito mi dolor hubiera servido para teñir la tela, y también mi corazón, que late en medio de una noche oscura, sin luna, sin estrellas, sin mi lucero amado, sin mi hijo Pedro Alonso.
Si el rey Alfonso X fue el artífice de mi felicidad, casándome con mi esposo, su sucesor, Sancho IV, ha sido el artífice de mi desdicha, aun sin intención de serlo, porque recurrió a Guzmán para que defendiera Tarifa, asediada por el infante don Juan, su hermano, que había recabado para su bando la ayuda de los meriníes y los nazaríes, que en pos de las ambiciones personales se dan extrañas alianzas, incluso entre cristianos y musulmanes.
Comandados por el rebelde infante don Juan, llegaron los moros al pie de la muralla de la fortaleza de Tarifa, en la que nos encontrábamos, y lanzaron un fuerte desafío a Alonso, que lo escuchó desde una torre.
-¡Guzmán – dijo uno de los capitanes moros- entrega la ciudad! Abre las puertas del castillo o pasaré a cuchillo a tu hijo, que tengo apresado como rehén.
Todo lo escuché desde el punto del adarve en que me encontraba, pues había subido a la muralla impulsada por un pálpito que me llenaba de angustia, en razón de que sabía que era verdad que los moros tenían prisionero a mi desventurado hijo Pedro Alonso, al que por desgracia, y para mi desdicha, habían capturado dos días antes, cuando las hostilidades aún no se habían declarado abiertamente, estando el niño jugando con otros extramuros del castillo.
Eché a correr, arremangándome la saya y subiendo de dos en dos los peldaños de piedra de las escaleras de la torre. Una vez arriba, pude ver yo misma mirando por el hueco entre dos almenas que sí, que no era ninguna bravata, que abajo, al pie de la torre en que nos encontrábamos, el moro tenía sujeto por un brazo a mi hijo, que estaba maniatado.
Mi corazón dio un vuelco y grité el nombre de Pedro con todas mis fuerzas. El niño tenía la cabeza agachada y el cabello le ocultaba el rostro, pero al oír su nombre gritado por mí, levantó la cabeza un momento, sólo un momento, pero fue suficiente para que yo advirtiese que estaba llorando, sin duda de miedo, pues también temblaba, que lo noté muy bien. Y se me partía el corazón, y más cuando presencié cómo el moro, al ver que osaba levantar la cara, lo empujaba violentamente, hasta obligarlo a arrodillarse, y le daba un fuerte pescozón para que volviera a doblar el cuello y a agachar la cabeza.
En ese amargo instante me vino a la mente el tierno Isaac, al que su padre Abraham se disponía a sacrificar en el monte. Esta visión me hizo reaccionar y lanzarme a los pies de mi esposo, poniéndome también de rodillas, como mi hijo, para clamar suplicándole de nuevo con lágrimas en los ojos que parlamentara con el moro y salvara la vida de Pedro.
Pero él no me miró siquiera, por más que yo tiraba con todas mis fuerzas de su brazo izquierdo y gemía desesperada. Con la mano derecha sacó de su cinto un puñal afilado y lo levanto en alto alzando el brazo por encima de su cabeza a la vez que respondía al musulmán con enérgica voz que si la vida de su hijo era el precio de la ciudad, bien estaba dispuesto a pagarlo, pues que no pensaba entregarla jamás, y que si pensaba pasar a cuchillo al mozo, ahí le arrojaba el suyo, que estaba bien afilado, que más estimaba su honra, puesta en defender la ciudad de Tarifa, que la vida de su propio hijo.
Yo no podía creer que tales palabras hubieran salido de su boca, pues eran la sentencia de muerte del niño. Pero Alonso arrojó el puñal al moro, y el moro lo recogió de la tierra y examinó con fría calma su puntiagudo filo.
Volcándome sobre el borde de la muralla, apelé entonces a la piedad de los captores.
-¡Desventurada madre! ¡Padre horrible! ¿A quién me volveré? ¡Moros, tened compasión de una madre infeliz, os lo ruego!
El moro que tenía agarrado a mi hijo, levantó la vista hacia mí, pero en sus ojos no pude leer la piedad, sino el odio mezclado con el despecho por el mal éxito de su estratagema, pues no contaba con la inflexible determinación de Guzmán. Con una sonrisa cruel en la que mostró sus dientes, que me parecieron los de una fiera, clavó el puñal en la garganta de mi tierno hijo, degollándolo con la precisión de un matarife, y la vida de la criatura quedó segada.
El niño cayó inerte en tierra y el moro concluyó su infame afrenta poniendo un pie sobre el pecho del cadáver.
Mi marido volvió la espalda con gesto inexpresivo y se alejó de las almenas sin cuidarse de mí, que quedaba allí, destrozada por la pena, tirada en el adarve, llorando con desconsuelo, mientras mis damas intentaban inútilmente reconfortarme con palabras que me parecían sin sentido.
Todas pudimos oír, no obstante, el clamor con que los soldados saludaban la hazaña de mi esposo.
-¡Viva don Alonso Pérez de Guzmán! ¡Viva el defensor de Tarifa! ¡Viva Guzmán el Bueno!
Guzmán el Bueno…, el Bueno… Y todo porque no dudó en sacrificar una vida inocente, la de nuestro hijo.
A mis veintiocho años me siento vieja, herida de muerte por la aflicción lacerante de la pérdida. Él tiene treinta y nueve años, y a pesar de eso está mucho más vivo que yo; su ardor guerrero lo mantiene enérgico, lo hace insensible al dolor.
Dicen en el castillo que se le ha visto sollozar, cuando cree que está solo, de bruces sobre un banco. Pero yo no he presenciado tales muestras de duelo ni le he oído palabra de pesar por lo que ha sucedido.
Tras esa gesta que todos aclaman, y que a mí me ha roto el corazón, el rey Sancho IV le ha prometido el señorío de Sanlúcar, que comprende las poblaciones de Sanlúcar de Barrameda, Rota, Chipiona y Trebujena. Rico patrimonio, que iguala e incluso supera al que yo aporté a nuestra alianza matrimonial como dote. Pero ¿qué vale ese señorío para mí en comparación con la vida de mi hijo Pedro Alonso? ¡Malaventurado hijo mío! ¡Gorrión mío, malogrado por las garras del odio y de la guerra! ¡Muerto por el funesto designio de hombres sin corazón que aman pelear como reses embravecidas! ¡Fieras, que no hombres! ¡Ninguna semejanza hay entre las mujeres y vosotros!
Los hombres no gestan, realizan gestas. Los hombres no dan vida, la quitan. Ignoran lo que es acoger un hijo en el vientre durante nueve meses, lo que es alimentarlo con la propia sangre, parirlo con dolores de agonía que desgarran las entrañas. Ningún hombre es madre, ninguno…Los hombres no saben que para una madre un hijo, aunque sale un día de su vientre, no sale jamás de su corazón.
Guzmán el Bueno le dieron por sobrenombre, Guzmán el Bueno…



Rosa Cáceres


lunes, 6 de agosto de 2012

MI Premio de Narración Histórica Álvaro de Luna en Cañete (Cuenca)



Día 4 de agosto.
Sencillamente ¡genial!
Todo organizado de maravilla.
Poco voy a deciros, excepto lo que estais viendo en cada foto.
En esta aparezco flanqueada por dos caballeros que son, ni más ni menos, que escritores ganadores de anteriores ediciones del Premio.



Recibiendo el Premio Álvaro de Luna de manos del Alcalde de Cañete, por mi relato "La esposa del héroe". El héroe no es otro que Guzmán el Bueno, que no quiso rendir Tarifa y arrojó su puñal para que los sitiadores mataran con él a su hijo Pedro que mantenían como rehén.

Metida de lleno en mi papel de doña María Alfonso Coronel, la esposa de Guzmán, dolorida por la muerte de su niño.
El público se emocionó y me obsequió con aplausos y bravos.




Es curioso esto de que los escritores vayamos vestidos de época para la ocasión.

Autoridades, director de la UNED de Cuenca, escritor, Presidenta del Jurado 8Amparo Ruiz Luján), Presidente de la Diputación, yo en medio , como los jueves jajaja, el Alcalde, la concejal, otro escritor...




De izquierda a derecha, una servidora, el director de la UNED de Cuenca Miguel Romero, un excelente escritor además, el señor Alcalde y el señor que encarnaba a don Álvaro de Luna.


Caballeros en la Plaza Mayor.


Acto protocolario de la tarde, de nombramiento del Comendador de la Villa.

Entre Miguel Romero y el Comendador.



En la Playza Mayor, aplaudiendo a los danzantes.


Ofrenda floral a la estatua de don Álvaro de Luna.


Despues, ya con Javier.
Nos gusta salir juntos en alguna foto...un espejo es un buen recurso.



En la mañana del domingo desfilan hasta familias con bebés.


En un rincón histórico de Cañete. En cuyas fiestas se presencian batallas, torneos, lizas, y se asiste a mercados, campamentos y vida medieval recreada por los vecinos.


Una foto de despedida, de unas fiestas inolvidables.